martes, 15 de septiembre de 2009

CURRÍCULUM E INTERCULTURALIDAD

Para entender la relación que debe existir entre el currículum y las nuevas necesidades que demandan los grupo- clase, no sólo por la diversidad en sí que genera un grupo de jóvenes, sino por el incremento constante de alumnos nuevos procedentes de otros países, con desconocimiento de la lengua del país de llegada y a veces con dificultades de aprendizaje asociadas a una no escolarización en el país de origen o bien, a una discapacidad cognitiva.
El encuentro entre culturas se viene produciendo desde antaño por motivos diversos, entre los que podemos destacar la conquista de nuevos territorios y encontrar mejores oportunidades para el futuro.
Para entender esa relación entre las diferentes culturas es importante tener conocimiento de conceptos como cultura oficial, generación de uno y medio, cultura antirracista, melting pot o bussing, entre otros.
En el ámbito educativo existen diferentes posiciones ante la diversidad cultural de las aulas. Actualmente la tendencia es apostar por una escuela inclusiva que interactúe en beneficio de todos los alumnos siguiendo un currículum integrado, representativo de dichas culturas y bien organizado.
La organización de las aulas exige cambios con respecto a la dinámica que en ellas se sigue. Ya no basta con la organización del alumnado de forma tradicional, ni tampoco con los libros de texto que han desvirtuado la labor docente. Es necesario una planificación del proceso enseñanza- aprendizaje más realista y más cercana a los intereses del alumnado.
Estos cambios, nuevamente, exigen otros en la formación del profesorado. Los docentes deben reflexionar concienzudamente sobre sus prácticas pedagógicas, puesto que las necesidades de los alumnos están cambiando y la sociedad en la que vivimos se ha convertido, en un breve periodo de tiempo, en la sociedad del conocimiento. Todo está cambiando velozmente y es necesario actualizarnos y abrir nuestra mente.
Al abrir nuestra mente nos daremos cuenta de que si vamos a cambiar o a modificar sustancialmente el currículum que nos servirá de guía, la organización del aula y nuestra planificación de qué es lo que vamos a enseñar, también deberemos tener en cuenta la evaluación, no sólo de los alumnos sino también de nosotros mismos como docentes.
Ante todo la evaluación ha de ser formativa. Nada de “cantar notas” y quejarse de y por todo. Las evaluaciones han de servir para mejorar cualquier aspecto que se vaya a tratar. A la meta-evaluación se le debe dar la misma importancia que a la propia evaluación del proceso enseñanza- aprendizaje.
A nivel práctico este enfoque puede llevarse a cabo de dos maneras que únicamente diferenciarán en el tiempo del que disponen: a largo o a corto plazo.
A largo plazo se establece a través de una serie de fases, pasando por la fase de inmersión, auto-conocimiento, sueño, comparación y finalizando en la fase de priorización.
A corto plazo comenzaremos con la delimitación del problema y finalizaremos con las conclusiones y aportaciones, una vez pasado por las fases intermedias de desarrollo práctico, seguimiento y regulación y propuesta de intervención.
Todas estas características que se han de tener presente dentro del enfoque intercultural, darán mejores resultados siempre que tengan una perspectiva comunitaria, con una numerosa implicación de los participantes y basada en procesos deliberativos.

Silvia Palacios

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